Ya están aquí las aulas del futuro, y ya se enseña a los profesores a cambiar el chip, y que se conviertan en "guía, en mentor, en alguien que acompaña a los alumnos", tal y como señala José Luis Fernández, jefe de servicio de experimentación educativa en INTEF.
En estos espacios, se promueven metodologías activas usando la tecnología, como un cubo interactivo que permite tener la realidad al alcance de la mano. "Pueden ir viendo el cordón umbilical, y el resto de compañeros lo puede ver; es una manera más motivante de enseñar", destaca Estefanía García, asesora técnica docente, algo en lo que coincide José Luis, quien subraya que "la motivación de los alumnos se dispara".
Se trata de seis espacios, seis zonas de trabajo para despertar la creatividad, y recordar, tal y como señala el jefe de servicio de experimentación educativa en INTEF, "que al aula se viene a investigar, a crear, a interactuar, a desarrollar, a presentar y a explorar".
Este tipo de aulas ya están llegando a colegios como el Averroes, donde lo acaban de poner en marcha. "No hay color entre trabajar de una forma tradicional a trabajar con estas metodologías activas. Al final les estamos dando mucha más autonomía", afirma Pedro Durandez, profesor de Lengua y Matemáticas.
Más Noticias
-
Muere una mujer de 68 años en el incendio de una casa en Piedralaves (Ávila)
-
El Gobierno derribará la Pirámide de los Italianos por ser un mausoleo fascista contrario a la memoria democrática
-
Liberan a seis mujeres víctimas de explotación sexual en un local en Zaragoza
-
Así es el día a día de pacientes con cáncer (a falta de más investigación)
-
La moda de la bicicleta conquista las ciudades españolas: 20 millones de personas la utilizan regularmente
En este colegio, un dispositivo sustituye al libro, trabajan por proyectos, y en lugar de papel y boli, utilizan un mapa mental de oraciones. De esta forma, hay más interacción, más motivación para ellos, y más aprendizaje. "Están estudiando sin darse cuenta. Los alumnos, al hacer todas estas actividades, trabajan sin darse cuenta", indica Pedro Durandez. Estas aulas del futuro pueden estar ya, si queremos, en nuestro presente.