Francia afronta otra dura jornada de lucha contra los incendios, activos en varios puntos del país, en particular en el suroeste, donde los bomberos han logrado detener el avance de las llamas en la madrugada, pero la vigilancia sigue siendo máxima.

El subprefecto de Arcachon, Romain Léaustic, indicó que el fuego no ha avanzado en el departamento de la Gironda, donde se mantienen las 7.400 hectáreas que han ardido desde el pasado martes y las 10.000 personas evacuadas.

El incendio sigue bajo una vigilancia en un perímetro de 40 kilómetros, que no ha evolucionado a lo largo de la madrugada. La estabilización de la situación ha provocado que haya menos humo en el ambiente, lo que permite mejorar la circulación por la autopista que va hacia la frontera española de Irún, que en los últimos días ha sido cerrada en varias ocasiones.

Sin embargo, todos los efectivos siguen alerta porque se esperan temeraturas muy altas, por encima de los 40 grados, algo que no ayuda en la lucha contra las llamas. "Tememos una jornada complicada porque las temperaturas siguen aumentando y la hidrometría sigue bajando", dijo.

1.100 bomberos trabajan en esa zona y a lo largo del día se reforzarán con 361 agentes procedentes de diferentes países de Europa que se integrarán de forma inmediata en el dispositivo. Los primeros refuerzos procedentes de Alemania y Rumanía llegaron este jueves y que a lo largo de la jornada lo harán otros de Austria y Polonia. Además, está previsto que se incremente también el combate de las llamas desde el aire, con hasta once aparatos echando agua sobre la zona.

Petición de ayuda a Europa

Francia se encomendó este jueves a la ayuda europea para hacer frente a la peor ola de incendios que ha asolado el país en años, que han arrasado ya más de 50.000 hectáreas en todo el país y que han superado los medios humanos y materiales para la lucha contra el fuego.

El presidente, Emmanuel Macron, que se encuentra de vacaciones en la residencia estival de Bregançon, anunció a través de la red social Twitter que los más de 10.000 bomberos franceses desplegados en la decena de fuegos declarados en el país serán reforzados con efectivos de Alemania, Grecia, Polonia, Rumanía y Austria.

"Nuestros socios europeos acuden en ayuda de Francia frente a los incendios. Gracias a ellos. La solidaridad europea está en marcha", indicó Macron. Además, el Elíseo precisó que también tendrán ayuda de la Comisión Europea, que se ha encargado de coordinar la llegada de cuatro aviones, dos desde Grecia y dos desde Suecia, para incorporarse enseguida a las labores de extinción.

Sequía y temperaturas récord, una mala combinación

El país afronta una profunda sequía y temperaturas récord, lo que está contribuyendo a agravar la situación. El principal foco de preocupación está siendo el departamento de la Gironda, en el suroeste, que en lo que va de verano concentra casi la mitad de la superficie que ha ardido en el país.

Tras el incendio que en julio arrasó 12.000 hectáreas, el pasado martes se reavivaron las llamas y ya son otras 7.400 las que han sido pasto de las llamas, lo que ha obligado a desalojar a unas 10.000 personas de sus hogares.

La primera ministra, Élisabeth Borne, acompañada del titular de Interior, Gérald Darmanin, apuntó que la violencia del incendio de Gironda puede dar a entender un "origen criminal", aunque pidió que se espere a conocer el resultado final de las investigaciones. Los bomberos apuntaban hasta ahora que el fuego se habría reavivado tras haber quedado enterradas las llamas de julio pasado y con el incremento de las temperaturas de los últimos días.