Con tan solo adentrarse en la galería del macizo de Hernio, en Guipúzcoa, uno ya intuye que va a poder presenciar un fenómeno único en el mundo, y entre la negrura de la sima de carbón se encuentra: el río de leche lunar más largo del mundo. Un equipo de laSexta ha podido comprobarlo, adentrándose a más de 90 metros de profundidad para acceder a este curioso fenómeno.
La primera capa que conforma el río, de unos cinco o siete centímetros, es de agua limpia, y bajo ella se encuentra un decantado de dosis de aluminio. El caudal de 150 metros de largo descubierto en 2002 se asemeja a una cuajada, y una vez en las manos suelta un líquido blancuzco similar al de la superficie lunar, de ahí su nombre.
Lo cierto es que la leche de luna es un componente que se puede encontrar en miles de cuevas de todo el mundo, pero la peculiaridad de esta, única en el planeta, es que está en estado acuoso.
Como explica el espeleólogo Imanol Errazkin, se trata de un decantado, y lo que se extraen del agua son unos cristales minúsculos que crean el efecto blanco.
Los expertos que hacen posible la visita a esta cueva recuerdan que proteger esta maravilla de la naturaleza es labor de todos. "No solo es cuidar lo de dentro de la cueva, el problema es que no cuidamos lo de arriba, la contaminación, la deforestación... todo al final acaba en una cueva", indica Ikali Alonso, también espeleólogo.
Esta es una recomendación imprescindible para poder seguir disfrutando una excentricidad que parece de otro planeta y que solo unos pocos privilegiados han podido visitar hasta ahora.