David es un claro ejemplo de esta realidad, tenía un contrato de 30 horas semanales, pero en la práctica trabajaba unas 40 que nunca fueron compensadas.
Los sindicatos denuncian que el 60% de los trabajadores hacen horas extras ilegales. Los contratos a media jornada se multiplican a pesar de que las necesidades de las empresas son a jornada completa. Aunque no todas las empresas crecen a costa de sus trabajadores.
Víctor, un joven empresario, ha conseguido que su negocio de apenas tres años crezca contratando a personal. Cree que el beneficio no hay que sacarlo de los trabajadores y afirma que el éxito del negocio ha sido mantener contento al personal.