Turismo y sexo de pago. Es la imagen que España comienza a ofrecer al exterior. Nuestro país está entre los tres primeros de Europa en demanda de prostitución. "Empieza a ligarse no solamente un turismo de sol y playa, sino también un turismo de prostitución", comenta Rosario Carracedo, miembro de la Organización de Mujeres por la Abolición de la Prostitución.

Según la Policía, la prostitución se ejerce en más de 1.500 burdeles. La mayoría de ellos en la costa Mediterránea y también en la frontera. "La Junquera tiene el segundo 'putódromo' más grande de Europa", añade Rosario.

El negocio del sexo de pago mueve cinco millones de euros diarios y genera más beneficios que el narcotráfico. "La legislación ha avanzado en lo que se refiere a la trata, pero en lo que se refiere a la prostitución sigue siendo una legislación laxa" asegura Asunción Miura, miembro de la Comisión para la investigación de malos tratos a mujeres.

Ante el aumento de demanda, las mafias, sobre todo rumanas, aprovechan para traficar con mujeres. "Lo que estamos observando es que ya no solo se da en clubes, sino que en pisos y en garajes de chalets tienen hacinadas a mujeres" añade Félix Durán Farrido, miembro de Alférez UCO Grupo de trata de seres humanos.

La compra de servicios sexuales llega también a los jóvenes. Su escaso poder económico hace que recurran cada vez más en grupo a la prostitución como diversión. "Visualizan la prostitución como una forma de diversión y no visualizan que es una forma de desigualdad entre hombres y mujeres".

Los expertos indican que la única formar de erradicar la prostitución es que los jóvenes se conciencien de que cuando pagan por sexo están siendo cómplices de la explotación sexual.