En España hay poco más de cuatro ratas por cada diez habitantes. Son las estimaciones de la empresa EZSA Sanidad Ambiental, que calcula que existen casi 19.570.000 ejemplares en los 165.000 kilómetros de alcantarillado de todo el país.

Esta evaluación parte de un estudio de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) a partir del escrutinio de 900 kilómetros de red de alcantarillado en Barcelona, donde los técnicos dispusieron una serie de trampas para capturar roedores y calcularon una población de unos 200.000, sumando los que viven en la red visitable y los que lo hacen en la no visitable. Tomando estas cifras por referencia y aplicándolas a la red de alcantarillado española que tiene una longitud de 165.000 kilómetros, el número exacto de ratas ascendería a 19.568.816 o, lo que es lo mismo 4,1 por cada 10 españoles.

La plaga de ratas es uno de los principales problemas de este tipo que afectan al territorio peninsular, sobre todo en el norte, el centro y el oeste, pero "las cucarachas son las reinas". Y es que estos insectos se sitúan cada año como "la primera plaga y principal enemigo del control de plagas en nuestro país, junto a los roedores" y están presentes en cualquier época del año y en todo el territorio.

Otras plagas estacionales

Además de las "plagas perennes" de ratas y cucarachas, entre los meses de abril y octubre aparecen otras de carácter estacional como las termitas en el norte y en el este peninsular, la avispa asiática también en el norte y especialmente en Galicia, las moscas y mosquitos en el sur y la oruga procesionaria sobre todo en Aragón.

Los factores que responden a la diferente distribución de las plagas incluyen las condiciones climáticas, la globalización o el tipo de construcciones en cada territorio. En el caso de los insectos, hay que recordar que son exotérmicos, es decir, que dependen de la temperatura ambiental para sobrevivir porque no generan una temperatura corporal propia como los mamíferos y por eso están aletargados o mueren en las épocas de frío.

El aumento de temperatura consecuencia del cambio climático ha contribuido, según este informe, a que algunas especies sobrevivan más tiempo y dilaten su época de proliferación y maduración, así como a extender su hábitat a zonas que no lo eran antes.