Arrecian las críticas por la falta de enfermeras en los centros escolares. Con la pandemia ha aparecido la figura de coordinación COVID para el seguimiento, pero ni siquiera tiene que ser una enfermera como tal.

Mientras en las empresas con más de 500 trabajadores es obligatorio disponer de enfermeras en plantilla, en los colegios públicos, no existe la obligatoriedad.

A pesar de ello su presencia en los centros educativos puede llegar a ser vital. "Si hay un niño con hipoglucemia, con una crisis epiléptica o una crisis asmática, hay que intervenir en el momento porque si sigue su curso, ese niño puede entrar en coma e incluso fallecer si no se actúa rápido", denuncia Guadalupe Fontán, enfermera del Colegio General de Enfermería.

Natividad López, presidenta de AMCE, explica que "la recomendación de la Sociedad Americana de Enfermeras Escolares es de una enfermera por cada 750 alumnos", unas cifras de las que, denuncian desde el Consejo General de Enfermería, España está a años luz.

Ahora mismo, la media es de una enfermera por cada 8.500 alumnos. Castilla-La Mancha, por ejemplo, cuenta con 83 enfermeras para una población educativa de 225.308 alumnos; Canarias tiene 10 para 326.105 alumnos, y Asturias, por ejemplo, cuenta solo con una para 131.480 alumnos.

Desigualdades que, critican, vienen marcadas por los modelos que rigen en cada territorio: "Debería haber una normativa nacional que luego se complemente a nivel comunitario".

A veces es el Ministerio quien las asigna; otras, las Consejerías de Sanidad o Educación de cada Comunidad y, en otros casos, hasta los propios Ayuntamientos. "En muchas ocasiones no cubren una jornada completa; cubren una reducción de jornada de un 50% o un 66%", dice López.

No se le da la importancia que tiene su presencia, dicen los expertos, y eso hace que las diferencias con los países europeos de nuestro entorno sea abismal: "Suecia tiene una enfermera por cada 600 alumnos. Y en Reino Unido la cifra oscila en una enfermera por cada 1.100 alumnos".

Desde la Organización Colegial de Enfermería ya han solicitado a las Consejerías de Sanidad medidas urgentes para regular esta situación de forma conjunta. Solo así, dicen, se pondría en valor la figura de las enfermeras escolares. Una inversión en salud, que repercutiría positivamente en la comunidad educativa y que, añaden, ahorraría costes para la sanidad pública.