Una adolescente de 16 años habría sido víctima de abusos sexuales a manos de trabajadores sociales desde que tenía 12. Según 'The Guardian', Laura (nombre ficticio que ha dado a la menor el diario británico) habría sufrido dichos abusos estando bajo la protección de Asuntos Sociales, lugar al que fue a parar por la situación familiar que afrontaba en su casa, en Sheffield, Inglaterra. Ahora permanece ingresada en un hospital psiquiátrico bajo vigilancia por riesgo de suicidio.

Anne Longfield, Comisionada de Niños en Inglaterra, ha intervenido en el caso de la adolescente. Kathryn Kelwick, asistente social experta en el trato con menores que han sufrido abusos, ha explicado a 'The Guardian' que Laura fue "explotada terriblemente" durante su estancia en una residencia de menores en Sheffield, en dos periodos distintos. Tras sufrir los primeros abusos, Laura abandonó aquel recinto durante un año. Cuando regresó, los abusos comenzaron de nuevo a los pocos días.

La familia ha denunciado que los servicios sociales "hicieron la vista gorda" en este caso, y que además la policía no tomó ninguna medida al principio para perseguir estos delitos. Kathryn Kelwick ha señalado que, en el tiempo en el que se cometieron los primeros abusos contra la menor, las autoridades tardaron meses en iniciar la investigación, y para cuando lo hicieron "ya había sido explotada sexualmente por más de 40 adultos".

Un portavoz de la policía de South Yorkshire ha confirmado que ya se está investigando el caso: "Se han compilado y revisado cientos de documentos, se han tomado declaraciones de testigos y se ha arrestado a un total de 13 personas". Las personas detenidas han quedado en libertad bajo fianza. Pero éste no es el único calvario que ha pasado Laura.

Kelwick ha precisado además que el nivel de cuidado y supervisión que recibió la menor una vez fue trasladada al hospital "ha sido terrible", y ha añadido: "Ha sido tratada peor que un animal. Intentó suicidarse dos veces en cuatro días". Ha continuado explicando que "la han recluido para mantenerla a salvo", pero en una situación precaria: la víctima llevaría cinco semanas retenida en una habitación con una esterilla para dormir y un baño. "Los tres o cuatro hombres que la custodian no interactúan con ella", ha apuntado la asistente social.

La madre de la víctima, Susan, ha expresado al diario británico su temor a que alguien llame a su casa para comunicarle que Laura ha sido hallada muerta. "Todo lo que quiere hacer es cortarse o sufrir una sobredosis. Nos ha dicho adiós, está desesperada por morir", ha lamentado Susan al hablar sobre el estado de su hija en el hospital psiquiátrico. Kelwick denuncia que la forma en que Laura ha sido tratada es un escándalo que también debe investigarse. "Cuatro años después, es una niña increíblemente dañada, sin una pizca de esperanza para el futuro".