Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Copenhague, del Instituto Holandés para el Estudio del Delito y la Ley y de la Universidad de Lancaster, los ciudadanos tendemos a pararnos para ayudar a las víctimas de una agresión pública: nueve de cada diez transeúntes intervienen en peleas para prestar ayuda.

Además, el estudio concluye que cuantos más transeúntes pasan cerca de una pelea, mayor es la probabilidad de que al menos alguien intervenga para ayudar.

Para desarrollar la investigación, se han examinado las grabaciones de vídeo de un total de 219 discusiones y agresiones en Países Bajos, Reino Unido y Sudáfrica.

El director del estudio señala que, frente a la creencia generalizada de que las víctimas de agresiones públicas suelen ser ignoradas por los espectadores, "el hecho de que los espectadores sean mucho más activos es algo tranquilizador".

"Necesitamos desarrollar esfuerzos de prevención de delitos que se basen en la voluntad de transeúntes para intervenir", apunta el investigador.

Las formas de intervención en las peleas son varias: o bien gesticulando físicamente para que el agresor se calme, consolando a la víctima, o bloqueando o alejando al agresor.