Es el debate que ha generado un debate sobre la actuación de la mossa d'esquadra: "Es una actuación que se ajusta y es proporcionada a derechos" defiende el presidente del sindicato USPAC, David Lijarcio.

Por su parte, Toni Castejón, el portavoz del sindicato de los mossos asegura que en "una situación así es una lucha por la vida. El ataque con una arma blanca, con un cuchillo, es incluso más complicado que con una arma de fuego".

Porque según los expertos en distancias cortas, un cuchillo es tan letal como una pistola: "Lo primero que miramos es la distancia a la que se produjeron los hechos y podemos determinar si en efecto, hubo un uso legítimo de la fuerza", declara el perito judicial Manuel Moraga.

Un policía necesita, como poco, un segundo y medio para poder disparar. El mismo tiempo que un agresor necesita para recorrer más de seis metros. Por eso el agente tendría que actuar como mínimo a una distancia de siete metros. Es la regla de Tueller, una técnica de entrenamiento utilizada en el ámbito policial desde 1983.

Según la declaración de la mossa d'esquadra Taib entra en la comisaría, con un cuchillo en la mano se acerca a la pecera de seguridad donde estaba, se abalanza sobre ella pero la agente consigue escapar, el atacante la persigue, él la apunta en todo momento con el arma blanca y entonces la mossa abate a Taib de tres disparos.

15 segundos de terror en los que, según su abogado, la agente actuó no sólo para protegerse a sí misma: "Gracias a la actuación de la agente no se puso en riesgo la vida del resto de agentes que estaban en la comisaría", afirma Jose Antonio Bitos. Defiende que la actuación fue además de proporcionada y congruente y meritoria.