Según ha informado la policía catalana en un comunicado, el detenido actuaba siempre del mismo modo: asaltaba a las víctimas por detrás, con una mano les tapaba la boca y con la otra realizaba los tocamientos, llegándolas a tirar al suelo si la resistencia era muy activa, lo que ha provocado lesiones en alguna de ellas.

La última víctima se puso a chillar, lo que logró que unos ciudadanos la socorrieran y que dos personas que corrían por la zona pudieran alcanzar al presunto agresor y retenerlo hasta que llegó una patrulla de la comisaría del distrito de Sants-Montjuïc y lo detuvo.

Se trata de un chico de nacionalidad sueca que se encontraba de vacaciones en la capital catalana, por lo que los Mossos no han encontrado antecedentes por ese tipo de delito. La Unidad de Investigación de Sants-Montjuïc se ha hecho cargo de las investigaciones y, hasta la fecha, ha conseguido localizar y tomar declaración a cuatro víctimas.