El juez argumentó que si los activistas son puestos en libertad "existen temores de que volverán a cometer actos delictivos", declaró el portavoz de la magistratura regional de Trencin, Roman Tarabus, citado por el diario 'Pravda'.

Los detenidos -nacionales de Eslovaquia, República Checa, Finlandia, Alemania y Bélgica- están en prisión, acusados de "cooperación en daños y en poner en riesgo el funcionamiento de instalaciones de interés general".

La protesta comenzó cuando 15 activistas entraron en el terreno de la empresa minera HBz.a.s, en la localidad de Novaky, en el centro del país. Algunos de ellos subieron a una torre minera de 30 metros de altura, donde colgaron carteles que decían "Parad la edad del carbón", una acción con la que Greenpeace quiso reivindicar contra la extracción y quema de esa materia prima.

Durante, la protesta, bajo tierra trabajaban 342 mineros que, según la dirección de la entidad minera, corrieron peligro. Tras la decisión judicial, 12 de los activistas permanecerán en la cárcel hasta que se dirima el caso, mientras que los tres restantes fueron puestos en libertad.

Greenpeace, según su directora eslovaca Ivana Kohutkova, considera que esta decisión "no tiene precedentes", mientras que el abogado de la organización, Lukas Opett, ha lamentado que se haya dado prioridad "a la defensa de la propiedad privada de una entidad minera sobre el derecho a la libertad de expresión". La entidad ecologista, que desde el comienzo declaró sospechas de parcialidad en esta magistratura, ha recurrido hoy la decisión del magistrado, que será revisada por el juzgado de apelación regional de Trencin.