En Artieda, Zaragoza, son pocos, pero están encantados. No se sienten solos, gracias al programa 'Envejece en tu pueblo', la edad no es un problema para seguir siendo autónomo.

Los mayores no se ven obligados a ir a la ciudad a que les cuiden sus familias. "Estamos en sus casas para luchar contra la soledad, acompañarles a hacer tareas como ir a comprar o hacer determinadas burocracias, talleres para que la gente mayor pueda usar la tecnología", explica Diego Quesada, fundador de 'Senderos de Teja', a laSexta.

El objetivo es que los mayores no se vayan y mejorar su calidad de vida. Son ayudados por voluntarios, que realizan tareas de albañilería y comidas intergeneracionales como una que se ha basado en recuperar la memoria del pueblo. David López, un vecino de Artieda, explica cómo los agricultores llevaban el grano a moler al molino y hacían trueque.

Artieda, poco a poco se ha quedado sin gente, sólo quedan tres niños. En los años 50 en Artieda convivían dos escuelas, la última cerró hace 18 años y desde entonces, los niños, para ir al colegio, tienen que desplazarse 18 kilómetros en un taxi pagado por el Gobierno de Aragón.

Repoblar el pueblo con savia nueva es otro de los objetivos. "Queremos llevar gente joven a los pueblos y generar trabajos porque las zonas rurales tienen potencial", añade Quesada.

Trabajo se va a necesitar, los vecinos que quejan de que el recrecimiento del embalse de Yesa por el trasvase del Ebro les va a quitar cultivos. Mientras, Artieda resiste gracias a la solidaridad.