El conductor, que en la noche de este lunes atropelló mortalmente con su coche a un bombero fuera de servicio que circulaba en una bicicleta eléctrica de BiciMAD en Moratalaz, se ha entregado en dependencias policiales de ese distrito madrileño.

El hombre, que se dio a la fuga al volante tras el siniestro, está siendo trasladado a las dependencias de la Policía Judicial de Tráfico, que continuará con las pesquisas para esclarecer el suceso, según han informado la Policía Municipal de Madrid este martes.

La víctima, Alberto Díaz García, un bombero del Ayuntamiento de Madrid de 45 años, falleció la pasada madrugada al no superar las lesiones por las que fue intervenido de urgencia en el hospital La Paz de la capital.

Bombero y voluntario en Madrid

El atropello se produjo alrededor de las 22.00 horas en la intersección de las calles Camino de Vinateros y Marroquina, en el distrito de Moratalaz. Aunque estaba fuera de servicio, Díaz García era voluntario en un grupo de rescate de gatos y había cogido una bicicleta de alquiler municipal (no tenía coche) tras recibir un aviso para rescatar a uno que había caído por una bajante, según han destacado compañeros del bombero en las redes sociales.

Como consecuencia del impacto entre el coche y la bicicleta, el ciclista sufrió politraumatismos. Tras ser estabilizado por los facultativos de Samur-Protección Civil, fue trasladado en estado grave al hospital La Paz.

Homenajes a Alberto Díaz García

Los bomberos del Ayuntamiento de Madrid, a través de su perfil oficial de Twitter, han trasladado el pésame a la familia y amigos del compañero fallecido, "muy querido por todos". Asimismo le han realizado un sentido homenaje en el que, tras un minuto de silencio, sonaron las sirenas de los camiones mientras sus compañeros, familiares y amigos aplaudían.

Entre los homenajes, hoy hay convocada una marcha ciclista a las 19:30 horas desde la plaza de Manuel Becerra hasta el lugar donde está la estación de bomberos donde trabajaba Alberto. De esta forma los ciclistas quieren mostrar sus respetos al fallecido y reivindicar la indefensión en la que viven y denunciar el terrible acto de darse a la fuga tras un atropello.