María sufre un tumor maligno. Vive en Lugo y para recibir una sesión de radioterapia de 30 minutos necesita, entre desplazamientos a A Coruña y largas esperas, hasta cinco horas. Todo porque el Hospital de Lugo no dispone de los medios necesarios para su tratamiento. Al sufrimiento de la enfermedad, se le suma el gran trastorno del desplazamiento, algo que María no ve justo.

Como ella, decenas de pacientes viven esta situación a diario. La Xunta había prometido solucionar las carencias del hospital lucen en unos meses, pero las nuevas previsiones ya hablan de dos años de espera.

La Consellería de Sanidad asegura que el hospital ya cuenta con un servicio hemodinámico, pero solo funciona de ocho a tres. Las carencias de este novísimo hospital obligan a que si un paciente sufre un infarto por la tarde tenga que ser trasladado al hospital más cercano, en A Coruña, a 80 kilómetros de distancia.

La Federación de Asociaciones de Vecinos de Lugo se moviliza para solicitar al presidente de la Xunta, Núñez Feijoo que cumpla con lo prometido.