La Guardia Civil sospecha de los colchones atados al techo del vehículo que se pueden ver en el vídeo. Primero porque al dar el alto al coche el conductor ha salido huyendo. Y, segundo, porque pesan demasiado.
Abren el primero. Esperan encontrar mercancía de contrabando o droga, lo habitual. Pero ocurre esto: del colchón sale una persona. Aturdido, mira a su alrededor intentando averiguar si lo ha conseguido, si ha llegado por fin a Europa o le han pillado.
Rápidamente abren el siguiente colchón del que sale otro hombre muy joven. Observa primero a los guardias civiles. Luego se incorpora despacio. Parece que asume que su intento ha fracasado.
Sin embargo, aún tienen una oportunidad de quedarse en España. Porque dos de cada tres migrantes pillados al entrar en España de forma irregular consigue quedarse en el país.
Ahora mismo están en el centro de internamiento de extranjeros a la espera de pasar ante el juez no como acusados, sino como víctimas de un delito de tráfico de personas.
Es la primera vez que la Guardia Civil descubre personas escondidas en colchones en el control fronterizo de Melilla.