El hermano de un hombre de 61 años había denunciado su desaparición el 23 de octubre, el día en que fue visto por última vez en un restaurante vegetariano mientras tomaba unas copas: allí tuvo una discusión con el dueño que acabó de forma muy violenta.

La policía de Bangkok se dirigió hasta el establecimiento para investigar el suceso y allí encontraron restos de carne y sangre humana esparcidos por la cocina. Los agentes finalmente dieron con el origen de esa dantesca escena y es que en la fosa séptica del local se encontraba el cadáver en descomposición del hombre desaparecido. La víctima presentaba un fuerte golpe en la cabeza y seis puñaladas en la tripa y la pierna.

Varios medios apuntaban a que la carne humana fue servida en los platos de comida, una versión que ya ha sido desmentida por la policía Tailandesa y es que, según el diario Khaosod, el establecimiento estaba cerrado.