Los Mossos d'Esquadra han encontrado en una zona boscosa de la ciudad condal, cerca del aeropuerto de El Prat, el cadáver del padre que asesinó a su hijo de dos años el pasado mes de agosto en Barcelona. Llevaba unos días muerto.

Según ha podido saber laSexta, el cuerpo de Martín Ezequiel ha sido encontrado ahorcado, sin vida y sin ninguna nota que lo acompañase. No obstante, todavía no está confirmada su identidad científicamente, ya que esta debe constatarse a través de una reseña dactilar, y del ADN de una reseña dental.

Se trata de un hallazgo que se produce cuando se cumplen más de 20 días de la huida de Ezequiel y con los agentes todavía indagando en los detalles del asesinato. En este sentido, una de las últimas imágenes que se vieron del sospechoso fue en el hotel de Barcelona donde se halló el cuerpo del pequeño.

En las imágenes recopiladas por las cámaras del recinto, se apreciaba cómo el padre saltaba la valla de la azotea del hotel para escapar. Testigos del hotel escucharon fuertes ruidos en el lugar, "algo cayendo y alguien corriendo por la habitación".

Se le había perdido el rastro después de ser grabado por las cámaras del aeropuerto, y como no había movimientos de vida, los agentes ya sospechaban que podría haber fallecido porque intuían que no tenía un apoyo para salir del país. Sin embargo, la zona donde se le ha encontrado era complicada.

Los hechos sucedieron hacia las 22:30 horas del 24 de agosto, cuando los sanitarios encontraron a un niño de dos años inconsciente y con la cara morada. Para tratar de localizar al padre, los agentes lanzaron un complejo dispositivo de búsqueda que se ha alargado durante más de 20 días.

Según fuentes de la investigación, el asesinato fue planificado, debido a que Ezequiel dejó una nota para su expareja y madre del menor alertando de lo que haría, y cometió el crimen en el mismo hotel en el que ambos habían celebrado su boda.

Las cámaras también lo captaron entrando en el aeropuerto de El Prat, aunque no llegó a subirse a ningún avión. Aun así, todavía están recopilando información de su entorno personal y laboral. Además, la Policía científica ha vuelto esta semana al hotel para intentar recabar algo más de información.