Según publica 'Daily Mail', el testigo, Chad Hammel, ayudó a la víctima a regresar a la orilla después del ataque del tiburón. El hombre ha contado que se percató de que el mordisco se había producido a la altura de la clavícula del menor y de inmediato intentó desesperadamente ponerlo a salvo.

Tras sacarlo del agua, un grupo de bañistas llamó a emergencias y aplicó presión sobre las heridas del chico de 13 años mientras esperaban la llegada del helicóptero que trasladó al menor al hospital.