Los perros son el elemento clave en la recogida de la trufa, que está en su temporada hasta finales de marzo. Estos animales, gracias al olfato, ya saben perfectamente dónde están las trufas y las señalizan marcándolas con el hocico, dando un golpe con la pata y girando sobre sí mismos.

Una pista para encontrarlas es que alrededor de los árboles truferos no crece la hierba. Son denominados como los árboles 'quemados'. La trufa es un hongo del suelo que para desarrollarse necesita asociarse con las raíces de los árboles en suelos calizos.

Una vez recogida, el valor de la trufa depende mucho de si está rota o no. Es el 'diamante negro' de la cocina en España, y es que los 50 gramos de trufa negra rondan los 90 euros, por lo que el precio por un kilo ronda los 1.500 euros.