La empresa rusa Tatprof ha ofrecido pagos extra a las empleadas que, en lugar de pantalón, usen faldas y vestidos, una polémica medida que ha sido rechazada con firmeza por las organizaciones de defensa de los derechos de la mujer.
Tatprof ha prometido un suplemento de cien rublos (1,35 euros) por día a las empleadas que usen faldas y vestidos, lleven el pelo recogido y un maquillaje moderado, pero para cobrarlos tendrán que mandar una fotografía a sus jefes mostrando que se ajustan al 'look' indicado.
El 'maratón de feminidad', como lo ha bautizado la empresa rusa, permitirá a la mujeres sentirse más femeninas y animará la oficina --con mayoría de trabajadores hombres--, según ha argumentado Tatprof en su portal de noticias, TJurnal. "No estamos aquí para que los días se los hombres --enfermos-- sean más brillantes", ha dicho una usuaria de Instagram en la página web de Tatprof.
La bloguera Zalina Marshenkulova directamente ha tachado la medida de medieval. Jacqui Hunt, director de la oficina europea de Equality Now, ha denunciado que la campaña contribuye a perpetuar los estereotipos de género, que degradan tanto al hombre como a la mujer, "empobreciendo a la sociedad".
Tatprof, compañía dedicada a la fabricación de productos de aluminio en Naberezhnye Chelny, una ciudad industrial del oeste de Rusia, ha negado que el 'maratón de la feminidad" sea sexista, argumentando que las mujeres que han enviado los 'selfies' a sus jefes salen "sonrientes, incluso radiantes".
Las mujeres rusas tienen prohibido por ley ejercer más de 450 puestos porque entrañan "trabajo pesado" o se realizan "en condiciones peligrosas", como la minería, el buceo o ser bomberos.
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