Las empleadas del hogar denuncian que las enfermedades provocadas en su trabajo no se reconocen con un origen laboral. En el caso de María de Mar Jiménez, la 'kelly' portavoz de Unión Madrid, tiene reconocida su incapacidad, aunque no laboral: "Yo soy una incapacitada permanente por enfermedad común, pero tengo cinco enfermedades profesionales", expresa la mujer.

En este sentido, la mujer lamenta que "si quisiera que estas se reconocieran como enfermedades laborales", tendría que meterse "en un juicio". Y muchas, con trabajos precarios, no tienen ni recursos ni capacidad para pleitear. "Como estoy por enfermedad común, me han bajado la cotización", lamenta Mar.

"Si estás en el catálogo, directamente te van a reconocer la enfermedad profesional", señala Ana Gómez, presidenta de la Asociación Nacional de Laboristas y socia de CECA Magán Abogados. Sin embargo, eso no ocurre. Un reciente estudio apunta a que en esa lista aparecen profesiones masculinas. Por ello, proponen eliminar el listado de profesiones, y que solo aparezca la dolencia.

A esta situación, se une que muchas solo pueden trabajar medicadas: "Hay muchísimas mujeres que todos los días se levantan y toman tres o cuatro pastillas para poder levantarse de la cama", lamenta Edith Espínola, directora del Centro de Trabajadoras del Hogar. Se trata de problemas físicos y emocionales que son laborales, aunque cuando los reclaman, les dicen que es cosa de la edad.