Empleadas del hogar alzan sus voces con un mensaje claro: "Porque sin nosotras no se mueve el mundo". Así es como estas mujeres siguen luchando por sus derechos. Lo hacen en su segundo Congreso bajo este lema: "Juntas transformamos desde la acción, ¿y tú?".
Piden a la sociedad que no cierre los ojos ante su situación y que les miren como al resto de trabajadoras. "No pedimos limosna. Somos trabajadoras como cualquier otras y queremos que se nos reconozcan nuestros derechos", pide Gladis Carrasco. Lo que quieren es una igualdad laboral, "un sueldo digno como todas las trabajadoras y un trabajo digno de ocho horas", afirma Jessica Guzmán, empleada del hogar.
Piden garantías también respecto a los derechos de la seguridad social: "Igualdad de condiciones y acceso a las prestaciones de la seguridad social, a cotizar por los salarios reales y a poder tener una pensión digna", reclama Carolina Elías, organizadora del II Congreso de Empleadas del Hogar.
Para ello, es necesario que España ratifique el Convenio Internacional. "España hasta el momento no ha querido hacerlo y es nuestra exigencia porque va a ser gracias a ese convenio por el que nosotras vamos a tener igualdad de derechos con respecto del resto de trabajadores en España", afirma Carolina Elías.
Una lucha por las que están, pero también por las que no han podido ir: "Si Adelita tuviera un contrato sus papales podría arreglar. Adelita, diez años currando, pero sigue siendo ilegal. Por todas las Adelitas", declaró una mujer. Lo hacen con textos y también con canciones con las que entonan su lucha por la igualdad laboral.
"Le habían lavado el cerebro"
De California a Manresa para rescatar a su hermana de una secta: "El cura me agarró y me tiró al suelo"
El contexto Adriana di Gerónimo se enteró de que su hermana estaba recluida en una congregación católica que había recibido denuncias por abusos sexuales. Al recibir la noticia, no dudó en dirigirse a Manresa para ayudarla.