A las 23:25 horas, el acusado de asesinar a la pequeña Laia salía de la casa tras más de once horas de inspección ocular junto a los agentes en su vivienda de Vilanova i la Geltrú. Fuera, en la calle, muchos vecinos aún esperaban para abuchearlo al grito de "asesino". El detenido se encuentra en comisaría. Se ha negado a declarar ante los mossos y pasará a disposición judicial.

"La intención es que declare y explique su versión de los hechos", ha dicho el abogado Alex Zaragüeta. Una versión que ya ha adelantado a sus abogados. Ellos cuentan que sabe a lo que se enfrenta y que tiene un bajo estado de ánimo. El detenido tiene antecedentes por desórdenes públicos y la denuncia de una expareja por maltrato.

Su padre la esperaba en la calle, pero nunca llegó al portal: los Mossos investigan el asesinato de Laia en Vilanova i la Geltrú

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Además, era un consumidor habitual de cocaína y no se descarta que pudiera haber sufrido algún brote derivado de un desequilibrio prisquiátrico. Laia tenía, según los Mossos d'Esquadra, dos puñaladas y síntomas de estrangulamiento. Todavía tardarán en conocerse los resultados definitivos de la autopsia.

Por su parte, están siendo momentos muy duros para todo el entorno familiar. Alguno de los vecinos llegó a subir al piso del presunto asesino. "Empezamos a darle hostias. Luego dije 'coño, a ver si es que está la chica'. Me metí dentro de la habitación. Estaba la luz apagada, todo revuelto y manchas en la pared de salpicaduras de sangre", ha contado uno de los vecinos en declaraciones a Antena 3. El detenido tiene una hija también adolescente.