Ocho pacientes con anorexia severa crónica se someterán a un ensayo clínico en el Hospital del Mar en Barcelona con un objetivo: atacar la depresión y los pensamientos obsesivos.

"Los requisitos es que lleven 10 años de enfermedad y que no hayan respondido a otros tratamientos", explica Gloria Villalba, una doctora de Neurocirugía del Hospital del Mar.

Se trata de un trabajo de estimulación cerebral profunda. Una implantación de electrodos en cada hemisferio cerebral, que van conectados a una pila que se puede colocar en el pecho o en el abdomen y que manda los impulsos eléctricos.

"Vamos a ir a una diana donde vamos a mejorar la efectividad del paciente, los impulsos y la recompensa", añade Villalba.

Los electrodos no mejorarán las ganas de comer de las pacientes, sino que la terapia va contra las zonas del cerebro vinculadas a las obsesiones. Las ocho candidatas son mujeres que llevan enfermas más de 10 años y con un gran aislamiento social.

"Debemos aunar esfuerzos todos los profesionales desde la neurología, psiquiatría, psicología y nutrición para ver cómo se puede actuar", considera Marian García, de la Asociación de Anorexia y Bulimia de Pontevedra.