Todos pudieron escuchar sus insultos a una mujer negra. Pero él asegura que no hay una gota de racismo en él y justifica su comportamiento: "No soy una persona racista, fue un ataque de nervios".

Los hechos tuvieron lugar el pasado sábado en un vuelo de Barcelona a Londres cuando el hombre intentó acceder a su sitio. "Le pedí por segunda vez que me dejase ir a mi sitio y ella parecía que no se quería levantar. Ahí perdí un poco los nervios", asegura.

Fue en ese momento cuando empezaron los ataques, las agresiones verbales y las amenazas: "Si no se va a otro sitio, la llevaré yo a rastras".

Ahora el hombre pide perdón por "la angustia que le causó en ese momento y la que sufre desde entonces". Aunque la mujer no acepta las disculpas, considera que se considera un comportamiento racista.

Ryanair ha afirmado que se ha disculpado con la mujer y que la tripulación no tomó medidas porque no fue consciente de la agresión racista hasta que vio el vídeo.