El hombre detenido en Sídney tras apuñalar a una mujer por la calle, acababa de cometer un asesinato. Las cámaras de seguridad han captado cómo sale de la casa de una chica a la que acaba de matar, se cubre y se dispone a atacar a más gente. Su hermana ha hablado: asegura que es un enfermo mental.

Sale del piso de la joven que acaba de asesinar y lo primero que hace es un selfie. Instantes después se pone un gorro, saca el cuchillo y comienza a sembrar el pánico por las calles de Sídney a gritos de "¡Ála es grande!".

La asesinada en su casa es Michaela Dunn. La policía cree que podría tratarse de una prostituta con la que se había citado. En el vídeo se ven imágenes captadas en el mismo furgón policial instantes después de la detención. "El gobierno me ha fallado", decía.

La Policía cree que se trata de un joven radicalizado y no de un terrorista, la hermana del agresor, de hecho, asegura que su hermano ni siquiera es musulmán.Centra la atención en los graves problemas mentales que sufre, recién escapado un hospital psiquiátrico. "Está claro que tiene una enfermedad mental", asegura.

Este miércoles han salido a la luz las imágenes en las que vemos al joven una semana antes del incidente en la sala de espera de un hospital. "Este chico no está bien".

Y según la prensa australiana, habría intentado suicidarse en dos ocasiones hace tan solo unos días.