Chris Watts asesinó a su esposa, Shanann, de 34 años. y a sus dos hijas, Bella y Celeste, de 4 y 3 años. Luego procedió a ocultar sus cuerpos en bidones de petróleo, contando a la policía que la desaparición de las tres era una mera huida del hogar conyugal.

Lo que este estadounidense de Colorado no sabía era que su coartada iba a desplomarse cuando, junto a un vecino, mostró a un agente de policía la grabación de seguridad de las cámaras de vigilancia del vecindario, en la cual se le ve sacando de su propiedad los cuerpos sin vida de las víctimas.

El metraje, facilitado por la oficina del fiscal de Weld County, capta la reacción de Watts cuando se percata de que la cámara de su amigo captó el momento en el que él metía los cuerpos de sus víctimas en su furgoneta. Se le ve acercar el vehículo de culo hasta la puerta de su garaje, cuando según su declaración él estaba trabajando a esas horas. Se destruía la coartada y la historia de la fuga familiar.