Muchos dicen que vienen a España por el sol, las playas, la comida y la fiesta. Pero últimamente está de moda volverse a Reino Unido con un peculiar souvenir: una denuncia contra el hotel por intoxicación alimentaria y con suerte el viaje te sale gratis.

La legislación británica protege al consumidor de tal forma que un simple ticket de farmacia sirve para que el turoperador te acepte la reclamación. Además, furgonetas de abogados británicos informan de sus derechos a los turistas en las puertas de los hoteles. "Sí, he visto gente por la calle que se acerca y te pregunta si quieres información", explica una turista.

A los hoteles no les sale a cuenta pleitear por lo que acaban devolviendo el dinero de la estancia. Sólo en Baleares las denuncias por intoxicación han aumentado un 700% en el último año. Una picaresca, denuncian, que también están sufriendo en Canarias, levante y Costa del Sol. "Casualmente hoteles que trabajan con británicos, con alemanes y con daneses, los únicos que se enferman son los británicos, qué mala suerte", señala Antonio Aranda, de la Asociación de Hoteleros de la Costa del Sol.

Se sienten indefensos ante este fraude, como parche están obligando a los clientes a firmar una cláusula. "Tiene todo el derecho a reclamar, pero si tiene algún problema, reclame con las Justicia de aquí, no con la justicia de otro sitio que nosotros ignoramos". Señala Miguel Ángel Martínez, director comercial de Hoteles Servigroup.

Los hoteleros de momento piden a las farmacias que no vendan medicamentos para el estómago a británicos sin una prescripción médica.