El uso de mascarillas, hasta ahora poco habitual en España, se ha extendido a raíz de la crisis sanitaria del coronavirus. Sin embargo, su uso plantea ciertos problemas para aquellos que no están acostumbrados a utilizarlas y, en particular, para quienes llevan gafas.

Y es que respirar con la mascarilla y las gafas puestas a menudo puede hacer que los cristales se nos empañen al condensarse el aliento. Un engorro que afecta incluso al personal sanitario y que se puede evitar fácilmente, como explica un médico en el vídeo que acompaña estas líneas y que circula por las redes sociales.

Para conseguirlo, explica, solo necesita una simple pastilla de jabón, seco, con la que frota ambos lados del cristal de las gafas. A continuación, con una gamuza (la misma de limpiar las gafas) frota los cristales y elimina los restos de jabón. La diferencia es inmediata: al usar el jabón, los cristales no se empañan al respirar, aun con la mascarilla puesta.

Ojo, este método no sirve para lentes orgánicas

No obstante, advierten los profesionales de la optimetría, este método no sirve para todo tipo de lentes. Y es que las gafas como las que muestra el doctor en el vídeo, utilizadas en quirófano, son plomadas: minerales y con una capa de plomo.

La mayoría de las gafas que encontramos en el mercado, en cambio, tienen lentes orgánicas y no se pueden frotar en seco, pues así pueden llegar a perder el antirreflejante, si lo llevan, o incluso rayarse por la fricción. Las lentes minerales deben limpiarse en húmedo y, para evitar que se empañen, se venden bayetas especiales antivaho.