Tener una licencia de taxi es negocio redondo. En Madrid se venden incluso por internet. Algunas, incluso con vehículos incluidos por 137.000 euros. "Muchos ven su licencia como un fondo de jubilación que el día de mañana se puede traspasar", explica Ignacio Palomar, socio de Servigal Abogados.

Su valor se ha multiplicado por cuatro desde 2008. Entonces valían en torno a 40.000 euros. Diez años después, esta licencia cuesta exactamente igual que un piso de 100 metros cuadrados en las afueras de la capital: 140.000 euros.

El abogado Ignacio Palomar cuenta un dato curioso, antes "tenerla en tu poder costaba más que una buena casa. Los bancos las utilizaban como aval para un préstamo".

En Madrid, las licencias de taxis apenas han aumentado en un año. Todo lo contrario a las de VTC, que se han multiplicado por dos. "Es normal que el taxi tenga miedo porque hay un sector que compite con ellos por el mismo pasajero", apunta Palomar.

En Cataluña, la Generalitat quiere recuperar las licencias de los VTC que ya han anunciado su retirada de Barcelona. "No queremos que queden cautivas, que queden secuestradas. Queremos estudiar la posibilidad de recuperarlas desde la administración y ponerlas en el mercado", expone Damià Calvet, conseller de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat.

Son autorizaciones limitadas que la administración concedía por menos de 50 euros y que en este momento están en manos de empresas privadas. Ahora, sólo se consiguen a precios disparados, a través de la reventa.