Ana Julia Quezada ha confesado en el juicio que intentó amputar una mano a Gabriel con un hacha porque no cabía en el hoyo que cavó. Unos detalles del crimen hasta ahora desconocidos.

El abogado de los padres de Gabriel también ha atacado con varias novedades. Según un forense encargado por la acusación, Ana Julia dio una paliza al niño. Ese informe también dice que desde esa paliza hasta que mató al niño por asfixia pasó casi una hora, lo que eliminaría el argumento de la muerte accidental.

Otro punto que se ha conocido en el juicio es el presunto intento de envenenamiento del niño. Ana Julia ha reconocido que buscaba plantas venenosas en Internet, pero defiende que lo hacía para elaborar mascarillas caseras.

No obstante, el psicólogo de la madre de Gabriel ha asegurado que el niño enfermó dos veces, siempre justo después de pasar el día con la acusada.

Ana Julia también ha declarado dos cosas que no dijo al ser detenida: que colocó la camiseta para que la descubrieran y que cuando la pillaron con el cadáver en el maletero no intentaba esconder el cuerpo, sino dejarlo en el garaje, subir a la casa y acabar con su vida.

Una actitud que no parece encajar con la que mostró al ser detenida, cuando seguía negándolo todo ante los agentes.