Los vigilantes de seguridad del aeropuerto de El Prat han decidido ir a la huelga indefinida. Han votado 177 empleados, de los que 175 han rechazado la oferta de la empresa, que solo ha accedido a pagarles un plus en la nómina a partir de octubre.

Los trabajadores piden otras mejoras, como un plus de un euro por hora por la "carga física y mental que soporta el colectivo", que la empresa se haga cargo de los costes del aparcamiento de su personal en el aeropuerto, descansos de diez minutos por hora, más paridad en la plantilla o dos fines de semana libres al mes.

Comenzará así la huelga esta medianoche, aunque se han establecido servicios mínimos del 90%.

El comité de huelga de los trabajadores de Trablisa, empresa encargada de los controles de seguridad, ha asegurado que su convocatoria de huelga indefinida no provocará colas de los viajeros.

En declaraciones a los medios, el asesor del comité de huelga, Juan Carlos Giménez, ha señalado que "la huelga no va a provocar colas" al considerar que los servicios mínimos del 90 % garantizarán el normal funcionamiento del control de seguridad.

Según Giménez "en un día normal no trabaja el 90 % del personal, si tenemos en cuenta que hay un absentismo por bajas de un 9% y que puede haber entre 50 o 60 personas de vacaciones. La empresa tendrá que poner más personal de lo normal para llegar al 90%".

En este sentido, según el asesor, Treblisa está ofreciendo a empleados de su empresa en aeropuertos de las Islas Baleares venir a El Prat a cubrir los puestos necesarios para cumplir con los servicios mínimos. "Hay dinero para los que vengan a sabotear la huelga de Barcelona pero para los de Barcelona no hay dinero", ha criticado Giménez.