Uno de los presuntos agresores de su hija le provocó una brecha en la cabeza: el enfrentamiento se produjo después de que sus dos hijas de 14 y 16 años le contaran llorando que unos chicos les habían obligado a realizarles una felación. "Llegaron llorando y nerviosas, en el coche me contaron lo que había pasado", señala.

Todo mientras eran jaleados por otros siete jóvenes según denuncian. Los dos, ambos menores, están en libertad y hoy el padre ha tenido que acudir a declarar porque le han denunciado por agresión. "A mí eso no me preocupa en absoluto, yo creo que hice lo que tenía que hacer y lo volvería a hacer", apunta.