En el Día de la Madre, el padre Ángel y Mensajeros de la Paz se acuerdan también de aquellas que están en riesgo de exclusión social y han organizado una comida solidaria a la que han asistido más de 100 personas sin hogar.

Ocho voluntarios han trabajado para dar de comer a los asistentes. El menú ha estado compuesto por platos típicos mexicanos. El plato ha sido la excusa perfecta para compartir afecto en el Día de la Madre.

"Muchas de estas mamás no tienen donde dormir. Son mamás que han sido violadas o que duermen en la calle y poder sentarse en una mesa con cubiertos que no son desechables para mí es una alegría".