La autopsia preliminar del niño de 8 años que murió tras pasar cinco veces por Urgencias del Hospital de Elda, en Alicante, ha determinado que la causa fue una peritonitis. Se trata de una inflamación del peritoneo, una membrana que recubre las paredes abdominales internas y los organos dentro del abdomen.

La familia del menor ha confirmado a través de sus abogados que han emprendido acciones legales "clamando justicia por la muerte del menor". De hecho, un juez ya investiga las circunstancias de la muerte.

En un escrito aseguran que "no se han sentido atendidos por el sistema sanitario en ningún momento" y aseguran que "una de las causas principales, sino la única, ha llevado a este fatal desenlace". "Ha sido la nula disposición de los médicos implicados a atender al menor con un mínimo de decencia y humanidad, sin haberle realizado las pruebas necesarias y correspondientes para detectarle su patología", aseguran.

Además, se reafirman en las palabras que la abuela del menor, que tiene la patria potestad del niño, lanzó en un vídeo colgado en redes sociales. En esas imagenes explicaba que el pequeño enfermó el pasado día 24 de octubre, fecha en la que lo llevó a Urgencias de un ambulatorio para después ser derivado al Hospital de Elda.

Sin poder retener las lágrimas, la abuela narraba la situación: "Soy una madre que ayer enterró a su hijo de ocho años. A mi vida. Solo digo una cosa, a mi hijo le tuve enfermo desde el día 24. Que me escuchen en el mundo entero. Os pido por dios que lo compartáis".

"No era nada. Le dieron para cortarle los vómitos y encima me dijeron que no le podían oscultar porque no se dejaba cuando mi hijo les dijo que si se ponía boca-arriba no podía respirar", señaló en el vídeo.

Eso ocurrió el día 24 de octubre, pero el 26 volvió a llevarlo al médico. Esa misma tarde, sin que se le pausaran los vómitos, volvió a llevar a su hijo al hospital. "Me lo mandaron a mi casa. No era nada. Mi hijo siguió. El martes comenzó con un dolor enorme de estómago. Lo llevé a urgencias otra vez y no sé por qué me dijo que no valía la pena. No sé que le pincharon porque no me lo dijeron y ahora me niegan los informes", apuntaba. Esa misma noche falleció.

"Están dejando morir a la gente. Solo digo que no permitáis que a ningún niño más le pase esto. A mí me han quitado la vida. Ni una puñetera analítica de sangre le hicieron a mi criatura", aseguró sin poder contener la rabia.