Andrés Merino le gana la batalla al Ministerio de Defensa: "Me ofrecen una cantidad de dinero por adelantado hasta que llegue toda la documentación del Tribunal Superior de Justicia de Murcia y entonces, me darían el resto y la pensión que tanta falta nos hace".

Siete días ha durado su huelga de hambre, en la que exigía que se cumpliera la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Murcia que hace seis meses le dio la razón. "Entiendo que sabrán que la justicia me ha dado la razón y que vamos a evitar que esto siga adelante", contempla el exmilitar.

Un acuerdo en el que le reconocen su derecho a la pensión correspondiente por las lesiones en acto de servicio y que le va a permitir recuperar la normalidad económica y familiar. "Voy a poder respirar y estar con mis hijos", asegura.

Desde Defensa le han prometido el pago se hará efectivo antes de Navidad, con lo que podrá hacer frente a todas las deudas que ha acumulado estos meses. "Eran muchos los problemas y muchas las deudas", lamenta.

Aun con secuelas de su protesta, con dolores de estómago, el exmilitar lamenta haber tenido que poner su salud en riesgo para que se cumpla la ley: "Lo que es muy triste es que haya tenido que llegar a esto para que alguien me escuche".

Ha recibido felicitaciones de amigos y compañeros, incluso se ha acercado el exjefe del Estado Mayor de la Defensa, José Julio Rodríguez, para celebrar esta solución, sobre todo, por su familia. "Es lo que estábamos buscando, que acabara con una solución para su familia", asegura Rodríguez.

Andrés Merino vuelve a casa con el orgullo de haber cumplido la promesa que le hizo a sus hijos.