Benny, el protagonista de esta historia, es un perro que había llegado al centro tras ser atrapado en las calles de Gardena, California.

Tras varias semanas viviendo en las pequeñas jaulas con las que cuenta la perrera el animal tenía que ser sacrificado. Finalmente, una familia le ha dado una segunda oportunidad.

En un primer momento, Benny se mostró desconfiado, algo normal después de su internamiento. En pocos minutos se puede ver un cambio drástico en el animal que comienza a correr alegremente con las personas que le acompañan hasta su libertad.

Las imágenes difundidas tratan de concienciar a la sociedad, demostrando la felicidad que sienten estos animales cuando son adoptados y liberados de estos centros.