En el Misterio de Elche, que se celebra cada 14 y 15 de agosto, ellos lo son todo, hasta la virgen. Únicamente hombres y niños representan todos los papeles de la Asunción de la Virgen.

La exclusión de la mujer en la tradición comienza desde que son menores de edad. Nuria Coronado, experta en perspectiva de género, advierte: "La raíz de todo está en la educación, para que las niñas que van esas fiestas, el día de mañana, puedan decir que también quieren estar ahí".

En el Alto del Penedés encontramos otra costumbre exclusivamente masculina: los bailes de diablos. Los jóvenes se divierten lanzando fuego por las calles y las adolescentes reclaman su protagonismo en el festejo

De norte a sur, el mapa de los festejos de España está salpicado de machismo. La mujer o no está, no se le espera o si está, se encuentra en segundo plano.

Lo explica Maite Asensio Lozano, periodista de 'Berria' especializada en feminismo: "El papel de la mujer se limita a cantinera, fallera, dama de honor... Y es, una mujer en representación de todas las mujeres. Además, normalmente es elegida por hombres o por un jurado".

Cada último domingo de agosto, en Pinofranqueado, Cáceres, emparejan a los mozos y mozas del pueblo para facilitar futuros noviazgos mediante la Enramá. La unión comienza con un sorteo en la torre de la iglesia.

El mismo día, y desde 1599, más de 400 hombres comen alrededor de una mesa en Llodio, Alava. La presencia de las mujeres es nula o inexistente.

El caso más alarmante lo encontramos en Hondarribia, Gipuzkoa. En un ambiente de gran tensión, entre plásticos negros, pancartas y silbatos, los partidarios del Alarde tradicional rechazan que las mujeres tomen parte vestidas de soldado.

Las mujeres siguen luchando para ser visibles. Este año, las chicas jóvenes de Cervera, en La Rioja, han aprovechado un desencuentro de la cofradía con el Ayuntamiento, bailando donde antes lo hacían los hombres.

En Lesaka, Navarra, tres mujeres han participado por primera vez en el baile Zubigainekoa.

Son pequeños pasos , pero necesarios para lograr que mujeres y hombres sean también iguales cuando están de fiesta.