El publiógrafo registra todo lo que llueve en un mes. Carlos y Agustín instalan uno manual y otro automático por si hubiera algún problema. A primeros de mes comienzan a contabilizar y a partir de ello realizan varias visitas a la estación para comprobar que todo funciona bien: "En este mes han caído dos litros".

El heliógrafo manual, ya sustituido por uno de cristal, es una bola de crista que hace lupa y va quemando un testigo que marca las horas de sol que hay al día. Para que se registre de manera correcta, existen tres bandas: la de invierno, la de primavera y la de verano.

Los fenómenos más visuales siguen registrándose de forma manual. En sus visitas, Carlos y Agustín recogen la temperatura actual y la presión atmosférica. La estación de Calamocha está activa desde 1944, en ella se registró uno de los valores mínimos de la historia de nuestro país: 30 grados bajo cero el 27 de diciembre de 1963.