Las imágenes muestran la vista que tienen los pilotos desde la cabina, que apenas ven nada debido a la fuerte tormenta que está cayendo, mientras los limpiaparabrisas se mueven a gran velocidad.

La visibilidad es prácticamente nula y, sin embargo, los pilotos parecen mantener la calma. Uno de ellos realiza las maniobras para que el Boeing 737 descienda y consigue que el avión aterrice sin problemas en el aeropuerto de Palma de Mallorca.