Maleza, cristales rotos y almohadas tiradas en el suelo. En la década de los 60, el franquismo quería abrirse al mundo vía turistas. Y el Hotel El Hórreo, en Corcubión, era uno de los grandes símbolos turísticos de Galicia. Hoy, el hotel de lujo con piscina que captaba agua del mar está destrozado.

Marina Mouzo, propietaria del hotel entre 1970 y 2006, explica lo que fue el edificio en aquella época: "Era una ilusión tremenda, un edificio enorme y emblemático".

La familia de Marina regentó el hotel 36 años. Conserva fotos de cómo era entonces, con 40 apartamentos con garaje privado y vistas al mar y una de las discotecas más modernas.

El hórreo ya estaba antes de la construcción del hotel, de ahí su nombre. En la terraza, los turistas más distinguidos disfrutaban de noches impresionantes y, sobre todo, de unas maravillosas vistas a la ría.

El régimen franquista mimaba Corcubión para atraer turistas. Fraga visitó el hotel como ministro y le concedió al pueblo tres premios nacionales de turismo. Manuel Gundín, vecino de la localidad, recuerda las visitas: "Si, vino Fraga. Todo el mundo quería verlo"

En 2007 una constructora compró el hotel y derribó los apartamentos. Iba a construir 50 chalés para vender, pero la crisis lo paró todo. Cerrado en 2011, hoy el olvido agrieta todo un símbolo del turismo en A Costa da Morte.