Ni sus hermanos podían sospechar que la víctima estaba siendo sometida a malos tratos. "Nunca, nunca, nunca", asegura Daniel Cortés, uno de los hermanos de la víctima.

Ella era diabética y falleció por una hipoglucemia. Su pareja no la asistió, y, además, grabó en vídeo su agonía.

"La noche en la que falleció mi hermana él graba 11 vídeos y no pidió auxilio", ha añadido Cortés.

Varias horas después de la muerte fue a los Mossos a decir que su pareja estaba muerta en casa y ese gesto, el ir a comisaria, y no llamar por teléfono, ya hizo que los agentes sospecharan de él.

Sospechas que se incrementaron cuando no les dejó registrar su móvil y tras encontrar contusiones en el cuerpo de la víctima durante la autopsia.

Agresiones que producían desde hace tiempo. "Un mes antes de fallecer, ella se rompe dos costillas y dice que se había caído en el sofá", recuerda su hermano.

La víctima trabajaba en un bar de Gavá. Llevaba cuatro meses su novio y nunca denunció, ni contó nada a nadie. Aunque sí grabó todas las conversaciones con él.

"Mi hermana grababa todas las conversaciones que tiene con él, tenía una aplicación", ha revelado Cortés.

Su diabetes le hizo sufrir una hipoglucemia, una bajada de azúcar en sangre. "La hipoglucemia en circunstancias muy grave puede ocasionar daños al cerebro", ha explicado Santiago Ruiz de Aguilar, médico y director del Hospital HM Puerta del Sur.

Eso, y en casos como este, la muerte del paciente, que necesita, según los expertos asistencia de otra persona. "Si no detecta la hipoglucemia, necesita ayuda externa", ha añadido Ruiz de Aguilar.

El hombre ha sido detenido y se encuentra en prisión provisional acusado de un delito de homicidio y malos tratos en el hogar.