Golpeó presuntamente la cabeza de su expareja contra la bañera hasta dejarla inconsciente. Después, llevó su cuerpo a una carretera y la atropelló para simular una muerte con atropello y fuga. Ahora se juzga en Bilbao a ese hombre que, según la fiscalía, planificó el asesinato de su mujer porque quería el divorcio.
El acusado ha llegado en silla de ruedas, porque cuando se sintió cercado por la Policía se tiró a las vías del tren.
Hasta ese momento, Jorge pensaba que su plan de matar a su expareja y simular un atropello con fuga había sido un éxito.
Hasta la esquela del periódico la daba por muerta en accidente de tráfico.
Ahora intenta justificar que fue un accidente. Que se asustó y que simuló el atropello. Y dice que está arrepentido: "Lo siento mucho". Pero la Fiscalía no ve indicios de accidente, sino de asesinato con alevosía.
Estos son los hechos que relatan:
7 de agosto de 2015. Jorge se presenta en casa de Leire con la excusa de hablar de sus dos hijos. La lleva al baño y le golpea la cabeza más de 6 veces contra el escalón de la bañera.
Espera hasta la 1 de la mañana para que nadie le vea, y lleva a Leire en el maletero de su coche hasta una carretera por la que ella solía pasar. Allí la deja aún con vida y la arrolla lentamente, primero marcha atrás, luego hacia adelante... hasta matarla.
"Está muy meditado. Muy calculado y no le salió bien por un pelo", dice el hermano de Leire, la mujer asesinada. Cuenta a laSexta Noticias que Jorge no dejó de fingir ante la familia. "Estuvimos con él animándole a que se ocupe de los niños, acompañándole a psicólogos", explica.
Pero le descubrieron el día que intentó suicidarse. "Yo soy el que le dice a la Policía: 'no busquéis más. Es él'", reconoce el hermano de Leire. Y hay un detalle más. Jorge habría pedido hasta en tres ocasiones ayuda a un tercero para cometer el asesinato.
La Fiscalía pide 23 años de prisión. La abogada de la familia, 30, y la retirada perpetua de la patria potestad de los dos hijos que tenían en común.