Carlos Fernández es entrenador profesional de caballos de carreras. Sueña con ganar con Karlsburg el Gran Premio de Madrid, la carrera que no pudo vencer su padre. "Me hizo entrenador de caballos de carreras a consecuencia del fallecimiento de mi padre", cuenta Fernández.

Guillermo Arizkorreta entrena a casi 70 ejemplares. Es licenciado es Dirección y Administración de Empresas, pero su vida son los caballos. Arizkorreta dice que "es una vida, si te gusta, muy bonita, aunque muy sacrificada porque no se tienen muchos descansos".

Patrik Olave solo lleva dos años entrenando, también por vocación. Aprendió el oficio en Inglaterra y Francia, donde las carreras mueven miles de millones de euros. Olave afirma que "no hay horarios, no hay fiestas, no hay puentes; lo que prevalece en todo momento es el cuidado del animal".

¿Y ellos, los protagonistas del espectáculo? ¿Disfrutan galopando? ¿Cómo les afectará, por ejemplo, el intenso calor? Carlos Fernández señala que "lo ideal sería no correr con esas temperaturas, pero es lo que hay en verano y hay que adaptarse a ello". "Son animales muy nobles, muy generosos, una raza seleccionada para esto y lo hacen por su propia naturaleza", asegura Guillermo Arizkorreta.

El Hipódromo se viste de gala para celebrar el centenario de su carrera estelar, pero ellos, los jornaleros de las carreras, están siempre ahí, pendientes de cada detalle.