Contra todo pronóstico y a pesar de que la ley antitabaco fue implantada en 2011, a día de hoy los españoles fuman más que en el año 2005. Es lo que se desprende de la última encuesta del Ministerio de Sanidad. Por este motivo, el Gobierno se ha propuesto endurecer la ley antitabaco: el ministro de Sanidad aún no ha concretado las medidas exactas que se implantarán, pero ha avanzado que habrá que rascarse algo más el bolsillo para comprar cajetillas.

Se trata de una medida que llevan años pidiendo las asociaciones científicas con las que el ministro Illa se ha reunido este jueves. "Hay estudios que demuestran que aumentar la fiscalidad es lo que funciona a mejor", ha explicado Andrés Zamorano, presidente del Comité de Prevención del Tabaquismo, al término de ese encuentro.

Ellos le han trasladado a Salvador Illa todas sus prioridades, entre ellas, hacer cumplir la ley actual, y es que parece que se nos han olvidado normas como no fumar junto a hospitales o parques infantiles. Nos hemos relajado o al menos así lo creen más de la mitad de los españoles.

En 2005 había casi un 33% de fumadores diarios y, entonces, no existía ninguna ley contra el tabaquismo. Cuando entró en vigor esa ley en 2011, la cifra descendió hasta un 30%. En los siguientes años se logró estabilizar esa reducción, pero en la última encuesta del Ministerio de Sanidad esa cifra se ha vuelto a elevarse incluso más, hasta un 34% entre 2017 y 2019.

Las asociaciones reclaman ampliar los espacios libres de humo para proteger a los no fumadores, como por ejemplo prohibirlo en los vehículos cuando viajen menores y también consideran muy importante poner en la diana a las últimas modalidades que llegan como el consumo de cigarrillos electrónicos, que se ha duplicado más de la mitad en el último año. La semana que viene el ministro Illa anunciará en el Congreso las nuevas medidas.