Más de 1.500 botellas de vino falsificado vendidas a precios cercanos a los 2.000 euros. La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas y está investigando a otras cuatro por este presunto fraude que podría haberles dado unos beneficios de hasta millón y medio de euros.

La investigación comenzó con la denuncia de uno de los fabricantes. Durante la investigación se realizaron seis registros en los que se encontró todo lo necesario para falsificar el vino.

Es un fraude cada vez más habitual, pero hay unas claves para reconocer una botella de vino falsa. Debemos asegurarnos de que el nombre y la añada del vino existen. También es importante comprobar si existe un número de serie para esa botella y es el correcto.

La etiqueta no deberá estar en un estado perfecto y asegurarnos de que no hay restos de pegamento en la botella.

Lo más importante, debemos mirar el tapón: nunca una de estas botellas tendrá un tapón de silicona. Siempre será corcho y no estará holgado ni deteriorado. Con todo esto podemos estar seguros de que el vino que pagamos es el que bebemos.