Joaquín Benítez, profesor de educación física en un colegio Marista, ha confesado que abusó sexualmente de al menos dos alumnos, aunque asegura que no recuerda haber abusado de las otras personas que también forman parte de la acusación.

Antes de entrar a declarar, el abusador confeso ha coincidido con Manuel, padre de una de las víctimas. A las puertas del juzgado le ha rogado que cuente la presunta implicación de más profesores que previamente le había confesado a él mismo mediante una conversación telefónica.

Benítez se lo ha prometido e incluso le ha tendido una mano, que él no ha aceptado. Una promesa que finalmente no ha cumplido.

A la salida Manuel ha mostrado su indignación: "Solo ha contado una parte, no ha reconocido todo". "Ha sido muy inteligente y calculador. Lleva cinco años estudiándose el Código Penal para ver de qué manera, a la hora de llegar a juicio, le iba a favorecer más, y se ha movido en ese camino", lamentaba el padre de la víctima.