El Tribunal Supremo ha ordenado reabrir el caso de un sargento acusado de acosar durante seis años a un soldado. Se metía con él por su forma de andar y su aspecto físico, y llegó incluso a agredirle.

Las vejaciones se prolongaron de 2010 a 2015, tiempo durante el cual el soldado aguantó para no perder su puesto de trabajo. Sin embargo, los informes psicológicos de sus superiores le impidieron ser renovado. Entonces denunció, pero un tribunal militar sobreseyó el caso contra el sargento y algunos de sus compañeros, que participaron en el acoso, y que ahora ha reabierto el Supremo.

Entró en el ejército con 23 años, con una ilusión que rápidamente "se convirtió en una tortura y un calvario", en palabras del afectado. El joven dice que sufrió vejaciones desde el primer día, recibiendo insultos sobre su aspecto. Le decían cosas como "que estaba mal hecho, que caminaba raro.. que con este cuerpo cómo podía follarme a mi mujer", relata.

Pero el acoso no era solo verbal, sino que también sufría agresiones físicas. "Te golpeaba con conciencia, para que lo notaras", dice del que fuera su superior. Asegura que las burlas y faltas de respeto las iniciaba el sargento, que le trataba "como si fuera su perrito": "Ven aquí a la derecha de tu amo", llegó a decirle.

Cuenta que le apodaron 'vecchia' ('vieja', en italiano) y que sus compañeros seguían la mofa, llegando incluso a componerle un rap de cuatro minutos para ridiculizarle, en el que incluyeron su voz, grabada sin que se diera cuenta.

Se quejó, en vano, y siguió aguantando las vejaciones por mantener su puesto de trabajo. "Entré en un bucle de anulación psicológica", recuerda.

Este acoso se transformó en informes negativos de sus superiores, que impidieron su renovación. Denunció y ahora, tras un primer sobreseimiento por parte de un tribunal militar, el Tribunal Supremo ha ordenado reabrir la causa contra el sargento, por presunto abuso de autoridad y trato degradante.