Rosario no puede soportar ver su casa prácticamente vacía. A sus 97 años, llora desconsolada en su vivienda de L'Hospitalet de Llobregat: fue a pasar dos días a casa de su hijo y, cuando regresó, casi todas sus pertenencias habían desaparecido. Tras 60 años sin fallar en el alquiler, la habían desahuciado por error.

"Se han llevado las dos camas, las almohadas, colchones...", lamenta la anciana, a quien también han dejado sin lavadora, microondas ni televisión, mientras muestra los armarios de su casa, ahora vacíos.

Y todo por una equivocación: según explica su hijo, Emiliano, el piso de abajo era donde debía haberse llevado a cabo el desahucio pero, por error, lo hicieron en el suyo. Ocurrió mientras Rosario pasaba unos días en su casa. Cuando volvió no podía abrir la puerta, pero poco podía imaginarse lo que había ocurrido. "Cuando yo lo vi... no creía yo que era tanto", recuerda ella.

Entre los objetos que más le ha dolido perder se encuentra un libro con sus memorias, que escribía desde hace siete años - "Se han llevado mis memorias que estaba escribiendo", cuenta- y la fotografía de su boda, la única que tenía, según lamenta.

Su abogado, Jesús Rodríguez, denuncia que nadie les dice qué empresa se llevó las cosas de Rosario. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña asegura que la comitiva judicial hace entrega de las pertenencias al propietario de la vivienda y se escuda ante la familia en un documento firmado que refleja que en el piso no había bienes inmuebles, a pesar de que estaba "total y absolutamente amueblado", según recalca Rodríguez.

Rosario, mientras tanto, solo quiere recuperar sus cosas. "A ver si me las encontraran", desea, con lágrimas en los ojos. Y es que, sin ellas, sin sus recuerdos, también ha perdido parte de su vida.